¿Cuándo comienza realmente la Navidad en España?
Antes de los eventos principales, todo el país experimenta una transformación gradual. Comprender esta preparación es clave para apreciar el crescendo que está por venir.
Encendiendo las luces
A partir de la última semana de noviembre, las calles de España comienzan a brillar. No se trata solo de unas pocas cadenas de luces; en ciudades importantes como Madrid, Barcelona, Málaga y Vigo, es un espectáculo competitivo de asombrosa creatividad. La ceremonia oficial de "encendido" es un gran evento local, que atrae a multitudes y marca el inicio psicológico de la temporada.
Simultáneamente, surgen mercados navideños (Mercados de Navidad) en las plazas principales. No son solo para comprar; son centros sociales.
- Lo que encontrará: Estos mercados se especializan en tres áreas clave:
- Figuritas para el Belén: Una interminable variedad de personajes, animales, estructuras y accesorios para la escena del Nacimiento, que es de suma importancia.
- Dulces Navideños: Puestos que venden ‘turrón’, ‘polvorones’ y mazapán a granel.
- Zambombas y Panderetas: Los instrumentos tradicionales para un adecuado canto de ‘villancicos’. En los últimos años, también encontrará un número creciente de mercados al estilo alemán con vino caliente y artesanías.
Inicio oficial de la Navidad española: ‘El gordo’
La Navidad no comienza realmente hasta que canta "El Gordo". La Lotería de Navidad española es un ritual cultural fundamental.
- Contrato Social: Semanas, incluso meses, antes, comienza el proceso. Un bar, una oficina o un club social compra billetes de lotería enteros (billetes) y vende participaciones (décimos) de ese número a sus clientes y miembros. Negarse a comprar su participación es arriesgarse al ostracismo social si ese número gana. Es un ritual nacional de esperanza compartida.
- Espectáculo del Sorteo: En la mañana del 22 de diciembre, la nación se detiene. Durante horas, los niños de la escuela San Ildefonso de Madrid cantan los números y premios en un canto distintivo y hipnótico. No hay un presentador de televisión elegante; solo existe la pura tradición centenaria. En el momento en que se anuncia un gran premio, las cámaras de noticias se apresuran al barrio que vendió el billete ganador, capturando escenas crudas y explosivas de alegría y rociando Cava. Es la ignición oficial y emocional de las fiestas navideñas.


















